Miles de estudiantes ignoraron las nubes oscuras y el viento frío, ayer, cuando fueron a los parques de Palermo para celebrar el Día del estudiante, una celebración anual que se da el primer día de primavera. No es una coincidencia que los días ocurrieran el mismo día, siempre el 21 de septiembre: las celebraciones honran la juventud, la renovación y el rejuvenecimiento, la creatividad, y la persistencia y el crecimiento del espíritu humano.
En Argentina, el día fue establecido en 1902 debido a una propuesta de Salvador Debenetti, quien era el presidente de los estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Su idea fue aceptada por la Universidad, y luego se extendió a todo el país.
Hoy, estudiantes alrededor de Argentina usan el día del estudiante para descansar con amigos. Ellos se congregan en parques para alternar con compañeros, tocar música, escuchar conciertos y relajarse, muchas veces con la ayuda de cerveza. Para los chicos de Buenos Aires, los grandes espacios verdes en el centro de Palermo sirven como un lugar informal de encuentros.
Alrededor de la ciudad, las plazas y los parques se llenaron de colores vibrantes y ruidos de risas y música. Los grupos de amigos se reunieron con su vitalidad y energía para un día de placer y diversión. Ellos son los protagonistas y el foco principal de la celebración.
Cuando visité un parque lleno de jóvenes, un hombre, con una botella de quilmes en una mano y una guitarra en la otra, me dijo que el día del estudiante es un buen momento para celebrar la vida. "La gente no se toma tiempo para relajarse, mis padres trabajaron cada día. Pero, este día representa la renovación del potencial humano, representa un futuro fuerte."
Aunque el día se había nublado, era claro que el día siguiente iba a ser mejor. Después de todo, eso era lo que el día del estudiante celebraba: la belleza de hoy y una promesa de futuro.
Adam, 26/09
En Argentina, el día fue establecido en 1902 debido a una propuesta de Salvador Debenetti, quien era el presidente de los estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Su idea fue aceptada por la Universidad, y luego se extendió a todo el país.
Hoy, estudiantes alrededor de Argentina usan el día del estudiante para descansar con amigos. Ellos se congregan en parques para alternar con compañeros, tocar música, escuchar conciertos y relajarse, muchas veces con la ayuda de cerveza. Para los chicos de Buenos Aires, los grandes espacios verdes en el centro de Palermo sirven como un lugar informal de encuentros.
Alrededor de la ciudad, las plazas y los parques se llenaron de colores vibrantes y ruidos de risas y música. Los grupos de amigos se reunieron con su vitalidad y energía para un día de placer y diversión. Ellos son los protagonistas y el foco principal de la celebración.
Cuando visité un parque lleno de jóvenes, un hombre, con una botella de quilmes en una mano y una guitarra en la otra, me dijo que el día del estudiante es un buen momento para celebrar la vida. "La gente no se toma tiempo para relajarse, mis padres trabajaron cada día. Pero, este día representa la renovación del potencial humano, representa un futuro fuerte."
Aunque el día se había nublado, era claro que el día siguiente iba a ser mejor. Después de todo, eso era lo que el día del estudiante celebraba: la belleza de hoy y una promesa de futuro.
Adam, 26/09
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