Fiesta Clandestina

El Domingo 21 de Septiembre hubo un gran concierto de reggae en un enorme campo en Paternal. Sonaron las bandas de Resistencia Suburbana, Dread Mar I, Riddim, Pampa Yakuza y otras. Fue un evento de música, mensajes sociales y diversión. El público, muy numeroso, nunca dejó de bailar durante las siete horas de música reggae. El concierto fue en el día de la fiesta de primavera. También fue un concierto a beneficio de una fundación que combate la trata de blancas y lucha por derechos humanos. Toda la plata recaudada fue para esta causa. El tema de la noche estaba presente en una gran pantalla arriba del escenario, donde se mostraban imágenes de las luchas por los derechos humanos y sobre todo de los derechos de la mujer. Esto daba una imagen muy fuerte.

La música estaba llena de energía y las imágenes eran conmovedoras. Sin embargo, no había una conexión entre ambas. Hubiera sido mejor si los músicos hubieran hablado del tema de la noche. Fue antes del concierto que los artistas dijeron algo sobre cómo se sentían haciendo un concierto a beneficio. Como dijo Martín Mortola de la banda Nonpalidece: "está buenísimo poder hacer este tipo de cosas y siempre estamos abiertos a realizarlas en la medida que se pueda. La verdad, es un tema bastante jodido y está bueno que se conozca porque es la única forma de tratar de evitarlo, así que es un placer y un compromiso hacer este tipo de shows."

Todos los grupos estaban encantados con el público que cantaba todas las letras. La banda más famosa y titular de la noche se llama Resistencia Suburbana. Se formó en el año 1993. Su música y letras se concentran en los derechos humanos, la esperanza de un mundo más justo para todos, y también la legalización de la marihuana. Los músicos sonaron muy bien con un estilo de reggae mezclado con jazz y funk. Los músicos se destacaron más que el cantante principal durante este concierto. Un chico en el público dijo que a él no le gusta este tipo de reggae con instrumentos electrónicos porque no le parece como reggae original. "Me gusta más el reggae con sólo tambores. Es una música más natural", dijo el chico. Pero tal vez era el único con esos sentimientos, ya que todo el público parecía encantado con la música.

En fin, fue una noche maravillosa. Con el constante olor de marihuana, mientras la gente seguía bailando. Fue un concierto inolvidable.

Arielle, 21/09